Esta pandemia nos ha pillado a todos con el paso cambiado. De repente, una nueva vida. Todos o casi todos confinados en casa. Encerrados a cal y canto. Y entre las personas que permanecen confinadas de una manera más férrea, dos grupos: las personas mayores y los niños.
En esta situación es importante que los padres y madres observen a sus hijos para descubrir aquellas señales que delaten que los hijos están viviendo esta situación de confinamiento y de pandemia con elevado nivel de ansiedad. Para descubrir esto, es necesario observarlos de manera sosegada, meticulosa y concienzuda con el fin de detectar cuanto antes las posibles señales de alarma.