En el presente artículo hablamos acerca de las características psicoemocionales de los niños de entre 3 y 6 años. Chicos que están en educación infantil y que necesitan de la intervención educativa de los docentes en este periodo inicial de su vida también para desarrollar adecuadamente su inteligencia emocional.
Índice de contenidos
La inteligencia emocional no se desarrolla de manera espontánea.
Es un hecho que los seres humanos no desarrollan de manera espontánea su inteligencia emocional, lo cual significa que los niños y las niñas no se van a comportar de un modo inteligente por el mero hecho crecer. Desde la perspectiva emocional que nos ocupa, los niños de estas edades no reaccionarán de la mejor manera ni en el momento oportuno ni ante la persona adecuada ni, por supuesto, en el grado correcto cuando se encuentren en situaciones que les provoquen todo tipo de reacciones emocionales.
Teniendo en cuenta esto, se hace, no solo oportuna, sino extremadamente necesaria, la intervención educativa de los adultos en el mundo emocional de los niños durante este período inicial de su vida. Los adultos les ayudarán a reconocer, diferenciar, aceptar y regular las emociones, tanto las propias como las ajenas. Para ello, introducirán pautas de relación social en su mundo infantil.
Esta ineludible labor educativa de los adultos se realizará principalmente en dos contextos: el contexto familiar, donde los padres y hermanos mayores tienen un papel protagonista; y en el contexto escolar, donde los maestros y profesores ejercerán una importante tarea de liderazgo emocional con consecuencias positivas o negativas en el ajuste personal y social de sus alumnos.
Algunas características psicoemocionales de los niños.
Como una ayuda para los adultos implicados en la educación de los niños de 3 a 6 años presentamos de manera esquemática alguna de sus características psico-evolutivas y psico-emocionales:
En primer lugar, están aprendiendo a descubrirse a sí mismos, por tanto, la guía segura de un adulto es fundamental.
En segundo lugar, estos niños sienten una mezcla de emociones que no siempre pueden expresar ni comprender. Por ejemplo, las rabietas son un modo de expresar esta mezcla de emociones y un intento de organizarlas. Sin embargo, a menudo los adultos malinterpretamos estas reacciones absolutamente necesarias en su proceso evolutivo.
En tercer lugar, las emociones de estos niños tienen mucho contenido y poco continente, es decir, son capaces de alegrarse, entristecerse, enfadarse con la misma intensidad que un adulto pero no son capaces de interpretar todo lo que ello significa puesto que tienen muy poco desarrollada su capacidad lingüística y, en consecuencia, su pensamiento abstracto.
En cuarto lugar, muchas de sus reacciones emocionales se deben a que no tienen un modo “más racional” de defender sus argumentos por su limitada capacidad de razonamiento y pensamiento abstracto. Muy a menudo, utilizan el llanto como una estrategia de regulación emocional.
En quinto lugar, su pensamiento consecuencial es limitado y les cuesta tomar decisiones. A partir de los 6-7 años, cuando entran en la etapa del pensamiento abstracto, les resulta más fácil resolver conflictos usando el pensamiento alternativo y consecuencial.
En sexto lugar, desde su modesto entender de niños, creen que todo el mundo entiende sus sentimientos y emociones, tanto los demás niños como los adultos, lo cual está muy lejos de ajustarse a la realidad.
En séptimo lugar, el proceso de conocimiento, regulación y expresión de las emociones básicas (alegría, tristeza, ira, sorpresa, asco, miedo) es bastante gradual y no es conveniente para los adultos enfadarse o desesperarse innecesariamente. Por ejemplo, a los 3 años, todavía pueden confundir algunas de las emociones básicas. Por ejemplo, la tristeza con el enfado, o bien el miedo con la agresividad o, incluso, el miedo con el asco. A los 4 años, comienzan a identificar y diferenciar las emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, enfado., asco, sorpresa…A partir de los 5 años ya distinguen las emociones básicas y pueden comprender el significado de nuevas emociones o sentimientos: celos, vergüenza…
En octavo lugar, tienen poco desarrollado el autocontrol emocional y el aprendizaje social lo cual les impide distinguir entre comportamientos adecuados e inadecuados y dificulta su capacidad de asimilar costumbres, creencias y valores sociales. Por consiguiente, no tienen desarrollada la capacidad de la empatía. Son personas sociables pero no empáticas; no están capacitados para ponerse en el lugar de otra persona. Por ejemplo, aunque es habitual observar cómo los niños juegan con otros niños, tanto en la escuela, en casa o en el parque, para ser precisos podríamos decir que “más que jugar con ellos, juegan al lado de ellos”, pero difícilmente se muestran comprensivos y empáticos con los compañeros de juego cuando las situaciones se complican para alguno de ellos.
Teniendo en cuenta esta breve reseña, invito a todos los educadores que tienen que tratar con niños de estas edades – maestros y maestras, y por supuesto padres y madres- a considerar oportunamente estas características psico-evolutivas con el objetivo de que nuestros pequeños puedan desarrollar su inteligencia emocional de manera adecuada y la labor educativa, aunque difícil, no sea una labor estresante, sino enmarcada por la gratificación de ver crecer a nuestros hijos y alumnos de una manera feliz y saludable.
Más sobre las características psicoemocionales.
- El desarrollo emocional de los niños.
- Las emociones básicas como contenido fundamental de la educación emocional.
- Las etapas del desarrollo emocional del niño
Y hasta aquí llega el artículo de hoy dedicado a las características psicoemocionales de 3 a 6 años, espero que te haya resultado ameno e ilustrado de alguna manera. Si tienes algún comentario, duda o sugerencia sobre las características psicoemocionales de los niños de primaria no dudes en dejarla más abajo, prometo contestar a todo. Muchas gracias por haber llegado hasta aquí y te dejo con más artículos de el blog de Doctor Viso dedicado a la innovación educativa, los procesos de aprendizaje y la inteligencia emocional.