El método A.S.Í. –Modelos para el Aprendizaje Significativo e Integrador– se presenta como un método de aprendizaje significativo e integrador para tu aula: 1) significativo, porque se pretende que los alumnos sean conscientes de los procesos y las herramientas que manejan para realizar sus aprendizajes académicos; 2) integrador, porque se desea que los estudiantes dominen con maestría estos procesos e instrumentos y que los utilicen para integrar contenidos del mayor número de áreas en su bagaje intelectual. Además, el método A.S.I. opta por el aprendizaje por medio de modelos y se presenta como una guía estructurada para desarrollar procesos de aprendizaje de una manera eficaz.
Por tanto, se trata de una propuesta metodológica audaz, novedosa y accesible, cuyo objetivo primordial es que los alumnos aprendan a aprender. Utilizando el método A.S.I., los alumnos aprenderán los procesos y las estrategias más significativas para abordar con éxito un número importante de contenidos de aprendizaje y, sobre todo, se iniciarán en el modelo de aprendizaje continuo o aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Las características fundamentales del método A.S.I. son:
Índice de contenidos
Es un método competencial para el aula
Se trata de un método cien por cien competencial, es decir, centrado en aquellos procesos más directamente relacionados con la competencia de “aprender a aprender”. Se pretende que los alumnos no solo sepan, sino que sepan hacer y, sobre todo, sepan aplicar lo aprendido. Si el niño realmente domina el proceso, será capaz de repetirlo en diferentes contextos sin la ayuda del adulto. Para ello, el autor del método “desmenuza” cada proceso con la intención de que el alumno tome conciencia de cómo funciona y, sobre todo, aprenda cómo aplicarlo para asimilar nuevos contenidos. En palabras sencillas, queremos que el alumno que “aprende a hacer un cesto, sea capaz de hacer ciento”, como nos recuerda el refranero español. Si el proceso consiste en “obtener la idea principal de un texto”, nuestro objetivo será que el estudiante domine ese proceso con tal destreza, que sea capaz de repetirlo con éxito muchas más veces, con diferentes tipos de textos, con diverso grado de complejidad y con distintas claves contextuales. En palabras más técnicas, nos centramos en la dimensión meta-cognitiva del aprendizaje (dominamos el proceso) para desarrollar su dimensión competencial (lo aplicamos).
Es un método ideal de aprendizaje en el aula centrado en los procesos
El método A.S.I. se centra en los procesos de aprendizaje y los aborda desde un triple enfoque:
ASÍ ES. Es el momento de la enseñanza teórica: YO te explico. El autor expone en qué consiste el proceso de manera breve, clara y sencilla.
ASÍ LO HACEMOS. Es el momento del aprendizaje dirigido: TÚ y YO aprendemos. El alumno (TÚ) tiene la oportunidad de desarrollar el proceso siguiendo la secuencia de pasos y estrategias diseñadas por el autor (YO). Sin lugar a dudas, el punto fuerte del método.
ASÍ LO HACES. Es el momento del aprendizaje independiente: TÚ aprendes. El alumno tiene la ocasión de interiorizar el proceso aprendido de manera independiente, esto es, sin la ayuda explícita de la secuencia de pasos explicativos, los cuales deberían haber sido interiorizados en el momento del aprendizaje guiado.
Es un método que utiliza modelos
Consideramos que determinados procesos de aprendizaje solo se pueden aprender si se explican a través de un modelo, es decir, si están bien secuenciados y se automatizan a través de la práctica sistemática. Una vez automatizados, dichos procesos podrán ser utilizados para su fin último: el aprendizaje de nuevos contenidos.
Según Marzano y colaboradores (2001), la implantación y utilización correcta de los modelos de aprendizaje implica tres fases: 1) construcción; 2) modificación; y 3) automatización.
El método A.S.I. considera estas tres fases del siguiente modo:
En la fase de construcción de modelos, el protagonista es el autor del método. Éste selecciona un grupo de procesos de aprendizaje, los distribuye entre los diferentes cursos y etapas, y diseña un conjunto de actividades minuciosamente pautadas con el fin de que los alumnos dominen el proceso.
En la segunda fase, la de modificación de modelos, los alumnos (y, en menor medida, los adultos que los acompañen) se convierten en los auténticos protagonistas. Éstos aprenden los procesos por medio de las actividades de aprendizaje dirigido. Una vez aprendidos, pueden “hacerlos propios”, lo cual significa que los pueden modificar de acuerdo a sus capacidades y necesidades.
Por último, en la fase conclusiva de automatización de modelos, el alumnado sigue siendo protagonista ya que tiene la oportunidad de interiorizar los modelos aprendidos mediante la realización de las actividades de aprendizaje independiente. Sin embargo, esta tarea solo representa el inicio del proceso de automatización. Además de realizar las actividades propuestas, los estudiantes tienen la responsabilidad de practicar los modelos aprendidos y aplicarlos sistemáticamente a diferentes contextos prescindiendo de la ayuda de fichas y guías.
Como propuesta que usa el aprendizaje a través de modelos, el éxito del método A.S.I. vendrá dado por: 1) la capacidad del alumno para interiorizar los modelos a través de la práctica individual y 2) la habilidad para replicarlos de manera automática siempre que se le presente la ocasión. Solo así, estos procesos se integrarán de manera permanente en la capacidad de aprendizaje de los alumnos y se convertirán en el factor clave del aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Más sobre el aprendizaje en el aula.
- El aprendizaje desde la psicología.
- Factores, clases y defiinición.
Y hasta aquí llega el artículo de hoy dedicado al Método ASI de aprendizaje en el aula, espero que te haya resultado ameno e ilustrado de alguna manera. Si tienes algún comentario, duda o sugerencia, no dudes en dejarla más abajo, prometo contestar a todo. Muchas gracias por haber llegado hasta aquí y te dejo con más artículos de el blog de Doctor Viso dedicado a la innovación educativa, los procesos de aprendizaje y la inteligencia emocional.